lunes, 12 de mayo de 2008

El tiempo, ese viejo tramposo


Si hubiera de vivir
Los bastantes años como para verte,
Podría decir que te amé lo suficiente
Que envejecer es madurar
Ciertas posibilidades
Ejemplo de ello es nuestra muerte
O la suerte o el olvido en que caen ciertos objetos.
Sucede algo curioso:
Uno no vive realmente lo suficiente
Como para odiarse
Apenas pasa que nos sentimos
Estimados por nosotros mismos
Entonces, quisiera verte viejo
Y sentir lo mismo que siento ahora
Con este rubor en las mejillas
Con este temblor entre las piernas
... que vienen cuando te acercas
Si pudiera vivir lo necesario
Verte, escucharte
Contarte la piel y sus gemidos largos
Entonces apelaría a la muerte
Y te diría (y entenderías)
Que algo hubo sincero
-Sólo las cosas auténticas
Perduran a través del tiempo-
Ya vieja me daría cuenta
De quién de los que quise
Me quiso
Tengo en la memoria
Unos cuantos nombres y otros apellidos
Alguno de ellos se colarán al final
Para gritarme en el cerebro ajado:
¡Yo te quise!
Mis ojos se llenarán de nostalgia
La garganta se cerrará emocionada
Y mis artríticas manos de anciana
Alcanzaran a dibujar su figura
Los años, su paso, su historia
Delatarán a quines quise y me quisieron
Espero que tú y tu nombre
Estén presentes en esa exclusiva lista
Para cuando sea vieja.