lunes, 29 de junio de 2009


Arte: Humberto Hernández
Modelo: Funiculí Funiculá
Traducir cada centímetro de tu espalda a nuestro idioma privado, atrapar los instantes de luz que generas, ser capaz de memorizar todas las idas y venidas que se nos van quedando sobre la piel, como huellas en la orilla. No nací sabiéndote, conociéndote; simplemente un día te encontré y descubrí que no había nada más en el exterior, que todo giraba en torno a ti. Por eso ahora trato de aprenderte como una necesidad vital: en la misma nube se dibujan juntos todos los tesoros que me ofreces de forma desinteresada y cada uno de mis intentos por ser mejor, por acercarme un poco más. No es algo a lo que me sienta obligada, forzada; simplemente quiero alejar los bordes y los límites que nos rodean, y que no nos crezcan malas hierbas al borde del camino que estamos construyendo. Tiéndeme la mano, abre las ventanas, mírame de frente y no necesitaremos ir dejando señales en las esquinas. Puedo recorrerte mil veces de norte a sur y en cada abrazo hallaría un nuevo milagro.

2 comentarios:

CLICK CLICK... dijo...

Si... siempre se encuentra algo nuevo con Esa persona

Funiculí Funiculá dijo...

que seria de nostros sin esas sorpresas ...cierto ;)