viernes, 9 de abril de 2010

Confeciones I

En la carta de mi mente te escribí una súplica.
La ferviente oración de quien necesita una mirada al alma.
Por que se bien que me escuchas, aun mis confesiones malas
las tratas.
Te escribí en mis palabras mentales lo que estaba ansiosa de decirte
Sin pronunciar las palabras que estorbaran mis frases.
No callé absolutamente nada y ni la mordaza me impidió ser confesa.

Mas la mirada de mi pecado no detuve
Porque no encontré el cielo para contenerlo.

Wings I

Quedarse en la memoria del olvido
para suspirar por un recuerdo, no vivido.
Atarse al viento o echar raíces en el cielo.
Ese es el juego, es el reto.
Una suerte de andariego sin camino.

¿Quién soy?
El papel certificado que me nombra,
o la cifra en decimales que me cuenta.
¿Quién habita en mi silueta?
¿Y cómo puedo ser auténtica si conozco tan poco de mí?
¿Son un eco mis palabras y espejismos mis ideales?
¿Heredados son mis miedos y mis temores costumbre?
Todo cabe en el vacío
Todo grita en el silencio.
Sí como abajo es arriba¿De qué me escondo?
Si en los aros de Saturno y en las praderas marcianas
no hay un rescoldo, que no arda en mi corazón.
Ser el todo de esa nada me reduce a lo inmortal.
Pero heme aquí, comiendo la miseria de mis uñas.
A la ofensiva, en esta guerra inútil conmigo misma.