miércoles, 31 de diciembre de 2008

Señorita Demasiado III (piernas nuevas)


Ayer me encontré unas piernas en casa. No sé por dónde se colaron, supongo que por la ventana. Serían unas piernas trepadoras, de ésas que sirven para ir a la montaña o encaramarse a los árboles.
Eran unas piernas bastante femeninas, al verlas, me sorprendí un poco, pero agradecí que estuvieran depiladas. Al principio no sabía muy bien qué decirles, no acostumbro a hablar con las piernas. Con los pies sí, les digo: "pies, para qué los quiero. Pero bueno, yo no sabía cómo dirigirme a esas piernas.
"Diablos, pues no sabes cuánto se habla de nosotras", contestaron con orgullo, al verme dudosa. Pero no entendí muy bien a qué se referían. En serio, yo estaba más preocupada de qué podía servirles (imaginé que café no; sé que hay masajes de chocolate, a lo mejor les hubiera gustado, aunque en seguida lo pensé mejor, quién soy yo para darle masajes a esas piernas desconocidas e intrusas, y además, el chocolate engorda). De repente me dieron ganas de echarles cera caliente. O de echarlas, directamente. Al final me decidí a preguntarles:
"Bueno, ¿y dónde está la otra parte?".
Entonces me explicaron su historia. Resulta que estaban rodando un capítulo para una serie de dibujos animados. Algo habitual: el personaje tiene que huir, toma carrera, las piernas hacen el remolino a la vez que suena una melodía extraña e irreploducible (rollo: plitiploncplitiploncplitiplonc) y salen corriendo antes que la otra mitad del cuerpo. Se ve que, en la carrera, perdieron a la otra mitad.
"Pues tendríais que ir a buscarla", les dije, "sin piernas no vas a ninguna parte".
"Pero qué dices, elitista", me soltó una de las dos con una coz, "hoy en día hay un montón de sistemas para suplirnos".
"Además, ya no volverán los oscuros golondrinos a anidar en el jardín de esos sobacos", añadió la otra en plan patada voladora.
La cuestión es que las piernas están muy contentas de haberse independizado. Ahora pueden leer, hablar, correr, y hacer estiramientos siempre que quieran. Hoy se han pasado la tarde probándose mis zapatos y bailando en el comedor. Las voy a pescar cuando estén descuidadas y me las pondré. Al menos a estas rodillas no les tiemblan las piernas y me las voy a quedar…si señor, me lucirán de fábula.

3 comentarios:

Oliver Ado dijo...

genial!

Manolete dijo...

Ni sin piernas ni sin pies.no se peude llegar muy lejos sin aquel ultimo elemento que nos enamora del suelo.

CLICK CLICK... dijo...

A juzgar por la foto… si, te quedaron bien

Que le paso a SEÑORITA DEMASIADO II?